Observa, esclavita, el mimo y la paciencia con que esos dedos, manos y boca tratan esa polla. Mira cómo masajean, cómo tocan, eligiendo sabiamente el momento y el lugar donde hacerlo. Sin prisas. Llevando poco a poco a su hombre por todas las fases de la excitación, sin precipitarse...
Mmmmm... delicioso... ¿lo has estudiado ya, esclavita?
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Ya lo he estudiado...todo listo en mi cabecita para cuando te lo haga la semana que viene.
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